Verdad

¿Para qué vives? Todos deseamos algo mejor o deseamos hacer algo importante en la vida.

Para algunos, volverse rico es la meta de sus vidas. Algunos desean ser famosos, otros buscan el trabajo ideal y dedican todas sus energías a ascender a lo más alto. Algunas personas desean volverse más atractivas, comprar un automóvil llamativo, casarse con alguien que aman, tener una linda casa, tener una familia, irse de vacaciones, y jubilarse con comodidad.

Quizá tengamos ideales hermosos y enfocamos toda nuestra energía en alcanzarlos. Muchos logran las metas que se han propuesto. También puede que tú hayas trabajado mucho por algo, pero después de que lo hubiste alcanzado, te preguntaste: “¿Esto es todo?”

Parece que algo falta. La gente busca diferentes formas de escapar del vacío interno ahogándose a sí misma en el entretenimiento, las fiestas, las drogas, el alcohol, las apuestas, o el trabajo. Hasta los ricos y famosos pueden sufrir de adicción y depresión. Los empresarios que han tenido éxito extraordinario en sus negocios pueden haber fallado miserablemente en sus relaciones. El sueño hermoso de antes es muy frecuentemente destruído por la dura realidad.

A pesar de todas las cosas que adquirimos, nos sentimos vacíos e infelices porque estamos buscando felicidad y satisfacción en las cosas equivocadas. Fijamos nuestras prioridades y metas basadas en nuestro ego, medimos nuestro éxito sobre la base de las tendencias populares de nuestra sociedad. Hemos sido inducidos a pensar que cuanto más tengamos, más feliz seremos. Pero ¿realmente es así?

Jesús dijo “¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mt. 16:26)

Aquí, el Señor Jesús nos revela la verdad sobre nuestra existencia. Podemos poseer el mundo entero, pero si nuestras almas no están conectadas a nuestro Creador, no somos nada. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.” También le prometió a sus seguidores: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” La verdad sobre nuestra existencia está en Él, y sus palabras en la Biblia nos indican que Él es el camino a una existencia con valor. Jesús vino a mostrarnos la verdad sobre Dios y a ayudarnos a ver la vida desde la perspectiva divina, para que podamos superar nuestra vana búsqueda y vivir una vida con más sentido. Él abre nuestros ojos para revelarnos que somos preciosos ante Dios, incluso sin el disfraz de la fama y el dinero. Él nos asegura de que no tenemos que preocuparnos por qué comer o qué vestir, porque nos ama y está dispuesto a proveer nuestras necesidades. Sólo podemos estar totalmente satisfechos si Dios se transforema en el centro de nuestras vidas y llena nuestras almas.

Si crees en Jesús y lo honras como su Señor y Salvador, serás libre de los valores efímeros y de la búsqueda vana de este mundo. Jesucristo te traerá de vuelta a Dios, para vivir de la forma en que tu Creador ha dispuesto para ti, y te hará exitoso a los ojos de Dios. Él te dará poder para encontrar gozo en el amor hacia tu prójimo y hará que tu vida tenga sentido aquí y en el más allá.

Jesús es la respuesta. En Él podemos encontrar la verdad: la verdad sobre nuestra existencia eterna, la verdad sobre el amor de Dios, la verdad sobre qué es bueno y la verdad sobre nuestro propósito en la vida. Esta verdad nos hará libres.