¿Jesús? Sí, lo que sea…

 

“¿A quién le importa quién es Jesús?”

Si te dijeran que alguien murió por ti, ¿no querrías saber si esto es verdad? Y si es así, ¿por qué? Un hombre llamado Jesús murió en una cruz, y dijo que hizo esto por ti para salvarte del sufrimiento eterno y guiarte de vuelta a Dios. Esto puede ser un extraordinario acto de amor y poder o una extravagante mentira. Si alguien nos dijera esto, aunque sea por simple curiosidad, ¿no nos pondríamos a investigar cuánto de esto es verdad? Como este asunto tiene que ver con nuestro destino, vale la pena averiguarlo.

 

“¿De qué nos salva Jesús?”

En cierto sentido, Jesús vino a salvarnos de nuestras penas y labores. Pero más importante aún, Jesús vino a mostrarnos de qué se trata realmente la vida y qué hay más allá de nuestras vidas.

Solamente a través de Jesús podemos tomar una decisión fundamentada acerca de nuestro destino. Y cuando lo que está en juego es nuestro destino, ¿nos daríamos el lujo de tener incertidumbres acerca de nuestro futuro, o pondríamos nuestras esperanzas en la verdadera promesa de Jesús para que mejore nuestras vidas? ¿A dónde iremos a parar en el futuro? ¿Acabaremos en el cielo con Dios y su amor para siempre; o en el infierno, separados eternamente de Dios y todo lo que es bueno? Los riesgos son demasiados altos como para ignorarlos.

 

“Jesús no es más que uno de los muchos maestros que existen.”

Imagina que alguien se acerca a ti y te dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. No soy simplemente un mensajero de Dios, sino Dios mismo. Fuera de mí, no hay otro camino hacia el cielo”. ¿Considerarías a esta persona como otro maestro más de la moral?

Nadie puede tener una opinión neutral acerca de Jesús. La forma en que se presentó a sí mismo no nos da esa opción. O piensas que es un loco y te marchas con disgusto, o crees que Él realmente es el Dios verdadero. Lo importante es no tomarlo con desdén y analizar los hechos. Jesús demostró que Él es Dios y vino para salvarnos a través de lo que hizo con su vida mientras estuvo en el mundo.

 

“¿Cómo era Jesús?”

Jesús vivió como un hombre común y corriente, pero nos enseñó a conectarnos con Dios nuevamente. Toda su vida fue una manifestación concreta de Dios.

Jesús recibió a los niños en sus brazos, pasó tiempo con los oprimidos, se enfadó con la gente que hacía negocios en el templo, lloró cuando murió su amigo querido, e incluso mostró amor y compasión hasta el último momento de su vida. Colgado en la cruz, oró por los que lo torturaban, se aseguró de que alguien cuidara a su madre, y consoló al criminal que estaba a su lado.

Jesús era un hombre de carne y hueso, pero a su vez demostró que era Dios, ya que resucitó al tercer día después de su muerte.

 

“No creo en la resurrección de Jesús.”

Aquellos que estaban en contra de Jesús podrían haber sacado su cuerpo de la tumba para demostrar que la resurrección de Jesús era una farsa, pero no lo hicieron porque no pudieron.

Jesús se apareció a muchas personas después de la resurrección y los relatos de estos testigos oculares fueron registrados fielmente en la Biblia. Hoy en día, sabemos que Jesús está vivo porque contesta nuestras oraciones y nos permite experimentar su Espíritu Santo.

Jesucristo murió y resucitó para mostrarnos la esperanza que tenemos en Él. Si creemos en Él, nuestro viejo y afligido ser morirá y resucitaremos siendo una nueva persona. Si creemos en Él, Jesús nos ayudará y guiará en nuestras dificultades y viviremos una vida llena del amor de Dios. Así es cómo Jesús nos salva del mal y sufrimiento mundanos.

 

Conclusión

Jesús fue un hombre que vivió en la historia, pero también es el Dios que vive eternamente. Como nosotros, Jesús también pasó por los altibajos de la vida, sin embargo, vivió una vida perfecta y sin pecados. Jesús nos enseñó acerca del reino de Dios, nos mostró milagros que no podrían haber venido de un simple ser humano, y nos dio esperanzas en el cielo. Como el Dios viviente, Jesús nos ayuda a vivir cada día con verdadero propósito y libertad.

La prueba está al alcance de tus manos. Experimenta por ti mismo cuán reales son Jesucristo y sus promesas. Con todo lo que tienes para ganar y nada que perder, ¿acaso no deseas saber más sobre este Dios misericordioso?

La Verdader Lglesia de Jesús

Editor

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